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Snowballs
Snowballs
Por Marcella Escarfuller
Alistarse para el verano de Nueva Orleans puede ser difícil. La preparación para la temporada de huracanes no es una broma, y encontrar maneras de combatir el calor a menudo deja a los locales sin opciones.
Pero hay algo durante el verano en Nueva Orleans que todos los locales ansiamos: Snowballs.
Las snowballs, o raspados de hielo, han sido una tradición de Nueva Orleans desde la década de 1930. No se debe confundir con el cono de nieve, de textura crujiente, donde la miel se hunde hasta el fondo.
Las bolas de nieve de Nueva Orleans (también llamadas sno-ball) están hechas de hielo raspado, perfectamente molido, que absorbe cada gota de miel, creando la recompense perfecta en verano. Y cuando se trata de la miel o los jarabes, elegir su sabor es un juego de por sí.
Desde los favoritos de Nueva Orleans, como las bananas foster y la nuez de praliné, o bien, las frutales de mandarina y cerezas, hasta las verdaderamente extrañas (palomitas de maíz con mantequilla). Siempre hay un sabor para cada gusto. Especialmente cuando le agregas ese toque extra de leche condensada para rematar.
No es de sorprender que, gracias a la innovación de los lugareños, podamos disfrutar de este antojo
clásico del verano en Nueva Orleans. Cuando se inventó la máquina de picar hielo, la SnoWizard, en 1936, los efectos de la Gran Depresión seguían generando múltiples problemas a las empresas de todo el país. George Ortolano, un tendero de Nueva Orleans, de ascendencia siciliana, estaba buscando nuevas formas de impulsar el negocio durante la crisis económica. Ortolano inventó una máquina hecha originalmente de madera, y comenzó a vender hielo raspado a los clientes en su tienda.
Poco después, recibió solicitudes de propietarios de pequeñas empresas para hacer máquinas similares para sus puestos de snowballs. La demanda fue tan alta, que Ortolano abandonó el negocio de las tiendas de comestibles.
Creó una máquina a base de metal, que ahora se llama “SnoWizard”, y dedicó todas sus energías a automatizar la producción de su invento. En 1934, Ernest Hansen ya estaba en el proceso de inventar su propia máquina de bolas de nieve. Previamente hecho con bloques de hielo que raspaban a mano, Hansen soñaba con una forma más eficiente e higiénica de hacer los refrescantes dulces de verano. Logró desarrollar su invento y lo mantuvo dentro de la familia hasta que abrió su propio puesto de bolas de nieve en 1939. En 1944, Hansen abrió el puesto de bolas de nieve Sno-Bliz de Hansen, en su ubicación actual, en Tchoupitoulas.
Gracias a estas máquinas, las bolas de nieve se han convertido en la manera favorita de refrescarse durante los meses de verano. Todo el mundo tiene su puesto de snowballs favorito, ya sea Hansen o Plum Street Snowballs o SNOLA (hogar de la bola de nieve original llena de tarta de queso), y pareciera que no nos cansamos de las diferentes opciones.
La única ocasión en la que a los lugareños no les importa estar de pie en medio de la humedad sofocante y el calor asfixiante, es cuando están haciendo la fi la de sus snowballs. Para cuando logras obtener esa delicia helada en tu mano, tu ropa se siente pegajosa y tu cabeza te está dando vueltas, pero... ¿A quién le importa? El estar delirante hace que tu snowball sepa mucho más dulce.