Forja conexiones valiosas

por Carolina Lozada 

A veces, iniciamos una conversación al azar, en el momento y en el lugar menos esperados, y terminamos con una genuina sonrisa, porque disfrutamos un momento agradable. ¿Te ha sucedido?

En esta edición de Lead-Up, hablamos sobre los efectos de cómo interactuamos con los demás, en función de las tres “c”.

Conectar

Conectarse con alguien generalmente ocurre rápidamente, y tiene tres elementos: quién es la persona, en qué posición o campo se encuentra y qué beneficios proporciona. Conectarse con alguien ocurre a nivel mental, y la mente tiende a ser transaccional. También puede ser arriesgado, porque esta interacción

implica conversaciones sobre logros, servicios, negocios, etc., lo cual puede crear una barrera, porque no deja espacio para la interacción espontánea, de forma creativa e innovadora. No es sorprendente que después de pasar un tiempo con las personas con las que te “conectas”, terminas sintiéndote agotado, sin energía, y con un sentimiento de vacío.

Conocer

Cuando conocemos a alguien, despertamos un interés genuino en la persona con la que estamos hablando. Conocer a alguien requiere curiosidad, y que dejemos de lado nuestros egos para escuchar desde el corazón. Las interacciones con los que conocemos son beneficiosas, porque nos permiten seguir siendo humanos, ser sensibles y estar abiertos a aprender de los demás y, por lo tanto, es más probable que fluyan ideas, soluciones y nuevos aprendizajes. Intenta realmente conocer gente, y descubrirás un mundo nuevo en cada persona. Ellos descubrirán tu mundo y expandirán tus horizontes.

Coherencia

Una vez que te conectas y conoces a nuevas personas, y les permites conocerte, y lo que haces, comenzarás a generar nuevas ideas, recibir comentarios y generar nuevos negocios.

Al interactuar con los demás, debemos ser coherentes y consistentes con nuestras acciones, porque la forma en que actuamos se observa desde todos los puntos de vista. Las personas observan cómo nos comportamos, y eso trasciende a todos los frentes: familia, amigos, clientes, etc.

Tus interacciones deben ser genuinas.

Planta tus semillas, mientras actúas coherentemente con tus palabras y acciones, y cosecharás abundantes frutos.