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Soltar la "m" de mamá y sujetar la "m" de mujer
Por Aracely Argueta
A veces, como madres, queremos darle lo mejor de nosotras a nuestros hijos, y nos olvidamos completamente de quienes éramos antes de ser madres. Decidimos pausar completamente nuestra vida profesional, priorizar más la crianza, dedicarnos a los quehaceres del hogar (que realmente son interminables). No digo que no sea maravilloso ser mamá, pero hay que admitir que es una tarea muy agotadora. Te puedo asegurar que aun entregándonos completamente sentimos que no es suficiente, que estamos fallando y que somos las peores madres. Hoy, quiero recordarte que lo estás haciendo muy bien como mamá. Pero lo harás mejor cuando sueltes la “m” de mamá y sujetes más de la “m” de mujer.
La primera vez que me escapé a almorzar sin mis hijos, te puedo decir que sentí tanta culpa. En el restaurante me dieron un servicio espectacular, comí mi comida caliente, nadie interrumpió en mi mesa para decirme “mamá, llévame al baño”, pero aun así sentía que estaba siendo egoísta, preguntándome ¿cómo me había atrevido a darme un tiempo a solas? Cuando regresé a casa mis hijos y también mi esposo me preguntaron, “Mamá, ¿Qué tal tu día? Les confesé con un poco de tristeza que fui a comer sin ellos. Para mi sorpresa ellos gritaron de alegría, y en ese instante entendí que no necesitan una madre perfecta, sino que necesitan una madre feliz, que se juzgue menos, que no deje a un lado sus proyectos de vida. Entendí que soy la fuente de inspiración. Antes de ser mamá soy mujer.
Dedícate tiempo sin remordimiento, pide y acepta ayuda cuando la necesites, cuida de ti primero y podrás cuidar de los tuyos. Evita compararte con las demás madres; cada una estamos haciendo lo mejor que podemos. Personalmente no quiero decirles a mis hijos que por sus culpas no viví o cumplí mis sueños. Quiero que mis hijos aprendan a cumplir sus sueños como lo hacía mamá; que es determinada, capaz, fuerte, disciplinada y, sobre todo, una madre feliz, no perfecta.
Agárrate fuerte de tu esencia de mujer y desde allí podrás dar lo mejor de ti. No te auto presiones por ser la mejor madre. Sé la mejor mujer para ti misma. Dedica tiempo a tu pareja, a tus ambiciones y permítete realizarte en todas las facetas de tu vida.
Antes de ser mamá, eres mujer. No hay hijos felices sin una madre feliz. ¡Feliz día, mamá!