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El legado de Norma Castillo
El legado de Norma Castillo
Por Ana Isabel Gil
Con audacia y tesón, Norma Castillo tomó la iniciativa de aprender panadería en tan solo seis meses. Aprendió a hacer pasteles, postres, pan, y otras delicias cubanas. Originaria de Villanueva, Honduras, y, con controversias de por medio, se ganó el premio al mejor sándwich cubano en Nueva Orleans, justo después de Katrina. Norma es el primer nombre en la mente de personas de la comunidad latina que buscan un pastel para un evento especial o un postre típico de la gastronomía latinoamericana, como lo son sus famosos tres leches o sus pastelitos de guayaba.
Tenía 47 años cuando empezó su propio negocio, ÿ siguiendo los consejos de su difunto esposo a quien recuerda con tanto amor, finalmente, dejó el miedo a perder. Nunca abandonó la idea de tener su propia panadería, desde que don Tomás, su empleador y mentor, le ofreció manejar la panadería que había en su negocio, mientras ella trabajaba en un casino. Ella, ilusionada, respondió que sí. Le gustaba la idea de administrar y de volver a las raíces de lo que había aprendido anteriormente. Don Tomas, quien ya no se encuentra con nosotros, fue quien le dio la oportunidad de volver a empezar.
En 2003 continuó con el negocio, y como independiente, fundó la reconocida panadería Norma’s Sweets Bakery en Kenner. Abrió su segundo local en Nueva Orleans hace aproximadamente 12 años, el cual es manejado por su hijo José Lorenzo.
El año pasado mudó su negocio en Kenner a un espacio amplio y moderno, a unos pocos metros del local original. Norma’s International Market & Bakery refleja el crecimiento de su negocio y de su marca. Su hijo menor, Manolo, ayuda en la administración del local.
Los clientes que la conocen por más de 15 años, aseguran que “es una persona muy luchadora y trabaja muy duro para lograr lo que quiere y todo lo que tiene ahora”. Otros aseguran que es una mujer de admirar, por ser el tipo de personas que se necesitan en la comunidad latina.
Norma se siente orgullosa de sus logros, pero para ella lo más importante es sentirse satisfecha de haberles forjado a sus hijos un camino abierto en el negocio, un patrimonio logrado por ella sola para sus hijos y sus nietos, quienes espera puedan continuar con el legado familiar y la recuerden por ello.
La clave para tener un negocio próspero, según Norma, va dividida en dos:
El plan: “Cuando uno tiene un plan, tiene que, siempre, organizarse y estudiarlo y hacerlo.” Si uno tiene una idea clara y sabe lo que va a hacer, debe meterse en un negocio que uno conozca, debe saber hacerlo y manejarlo.
El actuar: “Tener buenos empleados, y tratar bien a la gente que le ayuda a uno en el negocio porque ven su trabajo como algo propio, y así lo cuidan”, hacer las cosas con honestidad y en lo que a uno le gusta.