Por Aracely Argueta

En la actualidad las mujeres continuamos luchando porque se reconozca la igualdad de género, mejores condiciones de trabajo, pagos justos y la habilidad y capacidad para liderar no solamente un hogar, sino también una empresa y un país entero. 

Este 8 de marzo que se celebra el día internacional de la mujer, pedimos que no se violen nuestros derechos. Queremos vivir sin miedo y con la libertad de elegir. 

Pero, más allá de lo que estamos exigiendo, nosotras como mujeres, ¿estamos respetando las decisiones de cada quién? No todas las mujeres aspiramos a lo mismo. ¿Es eso tan difícil de entender? Algunas mujeres nos sentimos realizadas siendo madres y otras no, o viajando por el mundo, siendo empresarias, estando solteras, o consiguiendo múltiples títulos universitarios. La realización, el éxito y la felicidad son metas individuales. Una mujer no es menos mujer por querer quedarse en casa cuidando de sus hijos mientras otras están facturando.

Para no ir tan lejos, como mujeres solemos cuestionar nuestro valor al momento de dar a luz a un bebé, por si fue cesárea o parto vaginal. Seamos coherentes con lo que exigimos y para serlo, debemos respetar y solidarizarnos con nosotras mismas. Si exigimos respeto, también debemos respetarnos. La comparación no es más que un sinónimo de falta de confianza en uno mismo. Tenemos que aprender que cuando una de nosotras rompe los esquemas que la sociedad exige,todas estamos avanzando, que solo en lo colectivo y en equipo construiremos el camino hacia la igualdad que tanto buscamos.

Cada mujer tiene la libertad de tomar sus propias decisiones y debería poder sentirse plena, realizada y libre, sin ser llamada egoísta por elegirse a sí misma. Algo que nos caracteriza a las mujeres es nuestra capacidad, valentía y la pasión con la que hacemos las cosas. Cuando unimos fuerzas somos imparables, así que siéntete orgullosa de quién eres, sigue inspirando, reinventándote, alejando de lugares que no te hacen feliz y apartando de personas que no reconozcan tu valor, y apoyando a las mujeres en tu vida.

Ser mujer significa un numero interminable de roles, coraje y determinación. Significa muchas veces reinventarse, y luchar consigo misma enfrentando sus propios miedos. El poder de la mujer es su esencia, así que ¡no te olvides de lo poderosa que eres, mujer!