Por Ana García

El año escolar 2022-2023 terminó con el anuncio de clausuras de colegios en la parroquia de Jefferson debido al nuevo plan de Infraestructura y Eficiencia para consolidar varias escuelas. Los cambios de zona basados en los nuevos mapas afectaron aproximadamente a 6.100 estudiantes. Este artículo busca brindar orientación a los estudiantes afectados por el cambio drástico que están pasando por la transición a una nueva escuela. 

Para algunos niños y jóvenes, puede ser difícil el cambio y experimentar emociones como ansiedad, estrés, coraje y miedo es normal. Ingresar a una nueva escuela o colegio causa un poco de nerviosismo, puesto que se deben realizar procesos como construir nuevas conexiones sociales, comprender el nuevo entorno académico y conocer los recursos disponibles para lograr una transición fluida. 

De todo lo que el estudiante pueda sentir normalmente al ingresar a un ambiente escolar nuevo, el desplazamiento, es decir niños y jóvenes que han sido separados de sus colegios anteriores dejando amistades y profesores, relaciones que ya habían construido por varios años, es para algunos, una situación difícil de sobrellevar. Por esta razón es muy importante que los estudiantes inicien el año lectivo con positivismo y que busquen los aspectos positivos que pueden surgir de la experiencia de cambio, dice Cristina García, maestra de secundaria de uno de los colegios afectados. “Es una oportunidad para comenzar de nuevo y hacerlo mejor que el año anterior”, dijo.

García comparte los siguientes consejos para que la transición sea más sencilla para niños y jóvenes:

1. Habla con tu consejero el primer día de clases, si es posible. Construir una forma clara de comunicación con ellos ayudará a reducir cualquier malentendido en el futuro.
2. Únete a clubes o deportes: Si no tienen un club o deporte que te guste, habla con tu director para crear uno.
3. Asiste a cualquier evento de regreso a clases. Esto facilitará conocer a los profesores y tendrás la oportunidad de explorar la sede y encontrar dónde se encuentran tus clases.
4. Encuentra un pasatiempo que disfrutes para reducir el estrés y la ansiedad. Esto puede ser llevar un diario, hacer ejercicio, meditar, pasar tiempo con amigos o incluso escuchar música. Asegúrate de reservar tiempo para tí. Este cambio puede ser estimulante y abrumador, por lo que encontrar algo que te ayude a relajarte te beneficiará a largo plazo.
5. Crea una rutina. Esto te ayudará a tener un sentido de control, organización y reducir la ansiedad.

En conclusión, hay que recordar que son miles de estudiantes que estarán en la misma situación. Los jóvenes pueden buscar apoyo entre sus compañeros y aprovechar al máximo la oportunidad de comenzar y aceptar estas nuevas experiencias. La profesora García recuerda a los estudiantes: “mantén siempre la mente abierta. Aunque esta experiencia o cambio pueda ser difícil para algunos, al final del día puede ser beneficioso y abrir puertas a diversas oportunidades”.